BARCELONA, 30 de septiembre.- El Gobierno regional de Cataluña suspendió hoy la campaña para la consulta soberanista que convocó para el 9 de noviembre próximo, después de que el Tribunal Constitucional español admitiera ayer a trámite los recursos presentados por el Ejecutivo de España contra esa iniciativa.
Con la aceptación de estudiar dichos recursos, el Tribunal Constitucional suspendió automáticamente la convocatoria para dicha consulta, por lo que el Gobierno catalán decidió hacer lo propio con su campaña para llamar a los catalanes a las urnas y pronunciarse sobre el futuro de esta comunidad autónoma del noreste de España.
Tras anunciar la suspensión de la campaña, el consejero de la Presidencia de Cataluña, Francesc Homs, advirtió en una conferencia de prensa que “la partida (el proceso) continúa”.
Homs explicó que se trata de una medida para garantizar la “seguridad jurídica” y matizó que no suponeuna marcha atrás.
La determinación del govern (gobierno, en catalán) es seguir adelante. Haremos las cosas cumpliendo los compromisos adquiridos y ajustados al derecho”, aseguró.
El Ejecutivo regional, presidido por Artur Mas, presentará alegaciones en contra de la decisión del Constitucional.
El Parlamento catalán también presentará alegaciones y pedirá al alto tribunal el levantamiento de la suspensión cautelar y la retirada del recurso.
Convocan a manifestaciones
La Asamblea Nacional Catalana (ANC), responsable de las multitudinarias manifestaciones celebradas en los últimos dos años en la región, convocó para hoy concentraciones ante los ayuntamientos catalanes.
El partido que gobierna en Cataluña con Mas a la cabeza, CiU, y las otras tres formaciones catalanas que apoyan la consulta llamaron a los ciudadanos de la región a participar en ellas.
Los independentistas republicanos de ERC, socios de Mas en el Parlamento, anunciaron que mantienen su campaña e instaron al gobierno regional a “obedecer el mandato” de los catalanes expresado en los comicios de 2012, en los que la convocatoria de un referéndum independentista fue su gran promesa electoral.
La región, con 7.5 millones de habitantes, cuenta con una de las economías más fuertes de España, aunque también es una de las más endeudadas.
La fuerza del independentismo creció especialmente en los últimos años, aunque las encuestas no arrojan un resultado claro: entre el 35 y el 55 por ciento de los catalanes estarían a favor de la secesión de la región del resto de España.
jrr
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